El derecho, los pueblos indígenas y la lucha contra el extractivismo y la crisis climática

En este libro reconstruimos esa historia de tres décadas de procesos regulatorios, movilización política indígena y expansión de las economías extractivas en territorios nativos. Nos enfocamos en América Latina y en un tipo específico de conflicto: las disputas sobre el derecho de los pueblos indígenas a ser consultados antes de la realización de proyectos extractivos en sus territorios o de la adopción de normas que los afecten en forma directa. La figura jurídica de la consulta previa nos servirá de hilo analítico y narrativo, del cual tiraremos para desenmarañar los complejos conflictos políticos, culturales, económicos y socioambientales en que se ha jugado el futuro de los pueblos indígenas –y, ahora, con la llegada de la crisis climática, el futuro del planeta mismo–.

Introducción:

En agosto de 2019, la Amazonía brasileña comenzó a arder. Los satélites registraron incendios en una escala sin precedentes, transmitidos en directo por redes sociales para una audiencia global tan conmocionada que apenas atinó a convertir el hashtag #PrayforAmazonas (recen por la Amazonía) en tendencia mundial. Se pronunciaron los líderes internacionales, comenzando por el presidente francés Emmanuel Macron y la canciller alemana Angela Merkel, quienes reprobaron las políticas de Jair Bolsonaro que habían dado carta blanca a los hacendados para deforestar el Amazonas y escalar la vieja práctica de quemar los terrenos deforestados con el fin de prepararlos para la temporada de siembra de la soja, pasto para ganadería y otros monocultivos.

Fue la primera vez que los incendios amazónicos despertaron la preocupación y la solidaridad globales en tiempo real. Pero las causas habían comenzado mucho antes. El terreno propicio para la conflagración fue la deforestación asociada a la expansión de la minería, la ganadería y los grandes monocultivos que proliferaron en la región durante el boom extractivista de las últimas tres décadas. Bolsonaro fue la chispa que hizo arder los bosques y las planicies deforestadas de las que huían armadillos, capibaras, jabalíes y otros animales selváticos retratados en Twitter y Facebook ante una audiencia estupefacta. (Continuar leyendo en Conflictos socioambientales en América Latina)

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