En el marco del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, 9 de abril, Akubadaura respalda las recomendaciones realizadas por la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV) para reiterar la defensa de los derechos de los pueblos indígenas en Colombia. Esta fecha invita a hacer una pausa, para realizar una reflexión profunda sobre el largo camino recorrido por nuestros Pueblos Indígenas y otras comunidades en el corazón del conflicto, quienes por décadas siguen viviendo entre las sombras de la violencia.
Según datos presentados en el Informe Final de la Comisión de la Verdad, dentro de la población colombiana, 1.905.617 personas se identifican como indígenas, lo que representa el 4,4% de los habitantes del país. De ellas, 384.886 son víctimas, lo que corresponde al 4,25% del total de 9´048.515 víctimas del conflicto armado en Colombia, de esta cantidad, 362.795 han sido desplazadas forzosamente, víctimas de este flagelo de violencia que ha azotado nuestros territorios ancestrales.
La implementación del Acuerdo de Paz abrió ventanas de esperanza para nuestros pueblos, que no podemos dejar cerrar, poniendo en relieve la necesidad de una perspectiva que abrace los territorios, con enfoque étnico y que trabaje de manera diferencial por los derechos de las mujeres.
En este contexto, la CEV expuso en su momento que las 3 victimizaciones que más hemos sufrido los y las indígenas son el desplazamiento forzado, las amenazas y los confinamientos mostrando un patrón de agresión persistente contra nuestras comunidades; a esto se suma que 1.490 mujeres indígenas han enfrentado violencias que han afectado gravemente su libertad e integridad sexual, un reflejo de la profunda herida que el conflicto ha infligido en el tejido social.
El diálogo es necesario con todos los actores armados, no solo como una necesidad sino como un derecho que lleve la paz a los territorios. Por ello, Akubadaura considera que es fundamental forjar acuerdos humanitarios que reconozcan y protejan los territorios indígenas que, como se menciona en el Informe Final, de los 111,5 millones de hectáreas del territorio nacional, 32 millones pertenecen a Pueblos Indígenas. Sabemos que de los 115 Pueblos Indígenas reconocidos en Colombia, 68 enfrentan el riesgo de un exterminio físico y cultural, un recordatorio sombrío de lo que está en juego. En este escenario, la reparación colectiva emerge como un imperativo, una búsqueda de justicia que se entrelaza con la oferta social del Estado y planes de desarrollo territorial, reconociendo la rica diversidad cultural del país y buscando sanar las heridas que ha dejado, y que sigue dejando, el conflicto.
Nuestra organización enfatiza en las responsabilidades del Estado y otros actores en las violaciones de derechos humanos, incluida la violencia sexual contra las comunidades indígenas, como pasos esenciales hacia la justicia y la sanación.
Este Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado, invitamos a todos y todas a unirnos en el proceso de paz y trabajar hacia la construcción de una Colombia en paz:
- Implementación del Acuerdo de Paz con enfoque territorial, étnico, de género y de derechos de las mujeres.
- Diálogo y negociación con grupos armados, promoviendo acuerdos humanitarios, con participación comunitaria, en los territorios indígenas afectados por el conflicto.
- Protección y respeto de los derechos humanos y el DIH, adoptando medidas para proteger a la población de todo tipo de hostilidades.
- Fortalecimiento de la reparación colectiva para pueblos étnicos.
- Reconocimiento y dignificación de las víctimas, espacios que promuevan el reconocimiento de la responsabilidad del Estado y los grupos armados en las violaciones de derechos humanos y la dignidad de las víctimas, incluyendo la responsabilidad en casos de violencia sexual contra comunidades indígenas.