La comunidad de Juristas Akubadaura presenta el audiovisual: “Mi cuerpo no miente”, un video que, en 18 minutos, propone una mirada acerca de los factores que llevan a la configuración de la violencia sexual contra la mujer Indígena por los grupos armados y la responsabilidad del Estado cuando los agresores son agentes estatales.
Diana Quigua, investigadora de Dejusticia, sostiene que “el racismo estructural heredado de la colonización” es uno de esos factores estructurales que determinan el ejercicio de la violencia contra las mujeres Indígenas y sobre todo el ejercico de la violencia sexual”. El contexto del conflicto armado solo acentúa la gravedad de estas agresiones.
Intereses económicos, negocios ilícitos, la presencia de grupos armados en los territorios ancestrales abren la puerta para toda una serie de violaciones a los derechos humanos, como el reclutamiento forzado de niños, el desplazamiento forzado de las comunidades, asesinatos selectivos y violencia sexual contra las mujeres.
Al mismo tiempo el video discute el fortalecimiento de la Jurisdicción Especial Indígena como mecanismo que contribuya a la investigación y documentación de los casos, que sancionen a los responsables, pero que también sirva para sanar a las víctimas, sus comunidades y territorios.
Los delitos sexuales contra mujeres indígenas son una situación muy preocupante, incidentes, hechos y testimonios evidencian que este atroz crimen tiene un enorme impacto en la vida de las mujeres indígenas, sus comunidades y territorios, donde el Estado tiene que responder en materia de documentación adecuada de los casos y sanción a los responsables. Hay una deuda para implementar una respuesta étnica adecuada a los contextos territoriales, donde tiene que haber una transformación estructural inclusiva de toda una sociedad.
“Mi cuerpo no miente” es una producción de la Comunidad de Juristas Akubadaura con el apoyo del Foro de Mujeres y Desarrollo- FOKUS y hace parte del “Informe sobre violencias de género contra mujeres, niñas y adolescentes indígenas de Colombia”.
Las mujeres son tejedoras de la vida, mantienen el equilibrio con la madre tierra para seguir caminando y seguir viviendo.