Un gran vacío deja la partida del Mayor Nasa, Gilberto Yafué Villani para su familia, los amigos y, en particular, para el movimiento indígena. En su caminar acompañó los procesos de comunicación propia; fue Consejero Mayor de Asocabildos de Caldono; dirigente del Consejo Regional Indígena del Cauca, CRIC, exgobernador del resguardo indígena de Pueblo Nuevo y actualmente continuaba su lucha como Concejal del Municipio de Caldono.
Con dolor en el corazón por su partida, hoy en Akubadaura agradecemos a la vida que nos dio la oportunidad de contar con la guía del Mayor Gilberto en el componente organizativo, la resolución de conflictos y el diálogo social entre campesinos y el pueblo Nükak. Dentro de los motivos por los que más lo atesoramos en nuestras vidas está su abnegación para luchar por los derechos de los indígenas del país, llevando a cabo su trabajo social con paciencia, convicción y humildad.
La liberación de la Madre Tierra, la recuperación del territorio, la restitución de tierras, fueron banderas del Mayor. En 2005 se conoció su nombre a nivel nacional cuando apoyó la creación del Cabildo Nasa de Japio y en 2008 con la movilización en la Panamericana.
Recogemos algunas de sus declaraciones y escritos como una forma de exaltar parte de su legado y tener vivo su pensamiento y espíritu de lucha.
En sus palabras explicó el incumplimiento reiterado del Estado con su pueblo para devolver el territorio originario:
“Los pueblos indígenas del Cauca hemos empeñado nuestra palabra al suscribir diversos acuerdos con el gobierno desde 1985, hasta el más reciente de Noviembre 21 de 2009, todos enmarcados en el Decreto 982 de 1999 que declara la emergencia social, económica y cultural para los pueblos indígenas del Cauca y que sigue vigente sin que hasta la fecha se haya concretado a satisfacción. En estos acuerdos se plantearon metas y tiempos precisos con soporte técnico. Los estudios socio económicos realizados por el mis gobierno nacional a través del INCORA e Incoder determinaron un faltante de 170.932 hectáreas para las comunidades indígenas del Cauca agrupadas en el CRIC. Desde el año 1999, se pactó con el gobierno una meta de adquisición de tierras de 4.000 hectáreas por año, es decir que en estos 12 años, debieron adquirirse al menos unas 48.000 hectáreas pero hasta el momento solo se han adquirido 6.340.” (Yafué et al 2012: 3)
En una entrevista académica mencionó sobre la lucha política indígena:
“… la resistencia, la catalogamos como un proceso de permanencia de la resistencia ancestral. Lo hemos librado en diferentes épocas, en diferentes espacios y con diferentes actores… La negociación política, a través de las ideas, de un pacto social, seguimos confiando en esa posibilidad, aunque estamos convencidos de que no es la última herramienta que vamos a utilizar frente a un Estado sordo, que no ve, que no siente, y que cada día insiste en que en Colombia hay solamente una sociedad homogénea”.
Recuperar las tierras planas no solamente hacía parte de una reivindicación histórica del territorio sino que implicaba, además, una postura sobre la conservación ambiental de las tierras altas. Así habló al respecto:
“El Estado debe entender que no es deseable para nadie que se siga poblando y se siga habitando en las zonas altas, en los páramos en donde surge el agua de los ríos. Esperamos que en el posconflicto podamos llegar a un acuerdo con el Gobierno para que nos entregue las tierras bajas a la que se ha comprometido, con el fin de que se frene la explotación en las tierras altas”.
A sus familiares, amigos y todas las comunidades que contaron con el acompañamiento del Mayor les presentamos nuestras condolencias, que los buenos espíritus lo acompañen en el nuevo camino espiritual que emprende y que la madre tierra lo cobije en su siembra. Su espíritu siempre nos acompañará, lo llevaremos en el corazón y en cada lucha que peleemos.