Encuentro Nacional “Justicia sin Discriminación” exige transformación estructural del sistema judicial colombiano para proteger a las sobrevivientes más vulnerables.
En un llamado urgente a la acción, el Encuentro Nacional “Justicia sin Discriminación: Voces y Acciones para la Igualdad”, organizado por Equality Now y realizado en Bogotá los días 23 y 24 de octubre del presente año, puso en evidencia que las niñas y mujeres indígenas, afrodescendientes y con discapacidad continúan siendo excluidas de un acceso real y efectivo a la justicia cuando son víctimas de violencia sexual.
Este evento, que visibilizó los hallazgos del informe “Justicia sin discriminación”, reunió a sobrevivientes, líderes, lideresas comunitarias, organizaciones sociales, operadores de justicia y representantes del Estado para analizar las profundas barreras que impiden que estas poblaciones accedan a una justicia digna, accesible y sin revictimización.
Los paneles del primer día dejaron claro que la falta de acceso a la justicia no es un fallo aislado, sino un sistema que perpetúa la impunidad. Frente a casos de violencia sexual contra niños, niñas y mujeres étnicas y con discapacidad, la impunidad se convierte en un elemento de poder que se agudiza en estos contextos.
Como se reflexionó en el Panel 1, la justicia actual se materializa ajena a la realidad y al contexto de las sobrevivientes. Existe una débil comprensión de la diversidad cultural, racial y de capacidades diversas en Colombia, lo que lleva a que las instituciones fallen en reconocer y atender las necesidades específicas de cada grupo. Las leyes, como la Ley 1257 de 2008, tienden a homogenizar a todas las víctimas, ignorando las intersecciones de género, raza y discapacidad que multiplican su vulnerabilidad.
“La justicia no puede seguir siendo un privilegio; debe estar al alcance de todas, sin barreras de ningún tipo que perpetúen la impunidad y la revictimización.”, Informe Justicia sin discriminación.
El debate trascendió la exclusiva judicialización del victimario. Se planteó que el verdadero reto es construir un sistema judicial centrado en la restauración, reparación y sanación de la víctima, no solo en la sanción del agresor. Esto implica repensar los patrones culturales que perpetúan la violencia y diseñar procesos eficaces, accesibles y diferenciados que pongan a la sobreviviente en el centro.
El Panel 2 abordó con crudeza un problema sistémico: el capacitismo. Los participantes instaron a una profunda introspección social e individual para reconocer cómo prejuicios y prácticas discriminatorias se reproducen dentro del sistema judicial. Una mala orientación o una respuesta inadecuada por parte de las autoridades constituye discriminación judicial.
Se denunció que, aunque se denuncia explotación sexual y pornografía infantil contra mujeres, niñasy niños con capacidades diversas, estas cifras no se evidencian en los reportes oficiales. Las entidades aún no comprenden los ajustes razonables y apoyos accesibles que requieren estas víctimas, lo que agrava su exclusión.
Niñas y mujeres indígenas, afrodescendientes y con discapacidad enfrentan barreras económicas, geográficas y culturales que limitan su acceso a la justicia: deben sacrificar ingresos, viajar largas distancias o enfrentar riesgos en zonas rurales o étnicas, mientras que en las instituciones sufren revictimización, desconfianza en su testimonio, minimización de los hechos y la obligación de repetir su relato sin acompañamiento ni enfoques diferenciales, evidenciando un sistema ajeno a sus realidades.
El mensaje central del primer día fue que no hay justicia real sin justicia de género y justicia racial. La transformación no puede ser superficial; requiere una revisión urgente de leyes, protocolos y procedimientos para garantizar un acceso efectivo, oportuno y digno a la justicia, con mecanismos accesibles y diferenciales.
En el segundo día, La Comunidad de Juristas Akubadaura, lideró el taller “Acceso a la justicia con enfoque étnico-racial e intercultural”, donde se profundizó en este punto. Este taller contribuyó al reconocimiento profundo de los obstáculos en la forma de pensar la realidad, para avanzar hacia una actitud crítica y reflexiva frente a la situación de las mujeres étnicas del país.
Se reflexionó en torno a la importancia de escuchar, ver y reconocer la diferencia desde el respeto a la identidad propia y ajena, como condición fundamental para una atención respetuosa y no discriminatoria. Y, se evidenció cómo el sistema judicial desconoce y desatiende las realidades específicas de las comunidades étnicas, creando una doble violencia.
“Todos somos un conjunto de realidades entrelazadas. Reconocerlas ayuda a ver el conjunto y no el individuo fragmentado.”, Presentación Taller Akubadaura
En el evento Equality Now presentó la declaración o llamamiento que suscribió con varias Organizaciones Sociales, incluida Akubadaura, donde se instó al Gobierno colombiano y a todas las entidades del Estado a:
- Revisar y actualizar de manera urgente las leyes, protocolos y procedimientos relacionados con la prevención y atención de la violencia sexual.
- Proveer guías claras para eliminar prácticas discriminatorias basadas en género, raza y capacitismo.
- Fortalecer la articulación interjurisdiccional con autoridades tradicionales indígenas y de Consejos Comunitarios.
- Promover acciones de denuncia, solidaridad y acompañamiento desde la sociedad civil.
La justicia no puede esperar. Las niñas y mujeres indígenas, afrodescendientes y con discapacidad exigen un sistema que las escuche, las entienda y les devuelva su dignidad. La transformación estructural ya no es una opción, es una obligación.
Le invitamos a conocer el Llamamiento a la acción a continuación:
