Comunidad indígena Emberá de Peñas Blancas: a la deriva en un mar de incertidumbre

La visita de una misión médica a la comunidad de Peñas Blancas en Riosucio, Chocó, para evaluar los síntomas de enfermedad respiratoria que presentan 97 personas pertenecientes al Pueblo Indígena Emberá, evidenciaron la precariedad en la salud, la vulnerabilidad y las condiciones extremas que vive esta población, así como el abandono del Estado al que está relegada esta comunidad. Pasó un mes de la alerta de posible contagio de la pandemia antes de que las autoridades sanitarias realizaran la visita a esta comunidad en emergencia.

La realidad que encontró la misión médica es preocupante. El informe señala que los 97 casos de personas reportadas y que fueron evaluadas, sí están enfermas, presentan cuadros con abscesos, diarrea y gastroenteritis, fiebre, infecciones agudas de vías respiratorias, resfriados comunes y parasitosis. Esa es la conclusión del informe técnico de la comisión médica que estuvo por dos días visitando a esta comunidad y que presentó la Alcaldía de Ríosucio el miércoles 22 de abril, donde dice que “no se encontró en esta jornada de salud personas en la comunidad indígena cuadro respiratorios que pudieran sugerir covid19, por nexo Epidemiológico se descarta casos de COVID-19” (sic).

Akubadaura hace un llamado tanto al Ministerio de Salud, la Gobernación del Chocó y la Alcaldía de Riosucio, así como a las entidades competentes para que brinden garantías de protección a esta población y, de manera urgente, garanticen una ruta de atención integral y permanente en territorio para la comunidad, para tratar las enfermedades ya presentes, prevenir y reaccionar ante posibles complicaciones y contagios por COVID.

De igual manera hacemos un llamado para que se respete la diversidad cultural del pueblo Emberá y sus médicos tradicionales, a que se les reconozca su función, sabiduría, capacidad y alcance. Las comunidades usan su medicina tradicional, se protegen con plantas y por medio de sus médicos propios, los “Jaibaná” para el caso de los Emberás, saben sanar principalmente las enfermedades conocidas culturalmente, pero no las desconocidas por ellos. Es necesaria una complementariedad entre la medicina tradicional de los pueblos ancestrales y la occidental. Esperamos que esto no sea una excusa o pretexto para eludir las responsabilidades del Estado Social de Derecho en la atención a esta población que, además, tiene medidas de protección solicitadas por la Corte Constitucional que no han sido atendidas.

Hechos

Entre el 19 y 20 de abril del presente año, un equipo médico liderado por la secretaría de salud del municipio, con el acompañamiento de las IPS Santa Sofía de Asís y Servimédicos, estuvo en la comunidad de Teresita resguardo Peña Blanca-Río Truandó, municipio de Riosucio, Chocó, donde se encuentra la comunidad desplazada de Peñas Blancas, para examinar el estado de salud y poder evaluar posibles casos de contagio por Covid19 en atención a solicitudes de acompañamiento por síntomas asociados a la enfermedad que se habían hecho hace un mes.

Yazir Niño, médico general que lideró la Comisión, en declaraciones a los medios de comunicación locales, dijo que siguió los protocolos (ver Instructivo para la vigilancia en salud pública intensificada de infección respiratoria aguda asociada al nuevo coronavirus 2019) de diagnóstico del COVID19, indicados por el Ministerio de Salud, con lo cuales descartó que sea el nuevo Coronavirus y no se requería aplicar la prueba. Explica en el informe (Ver foto del informe) que, si bien esta comunidad hace un mes (ver el documento de salud de marzo) había presentado un brote de enfermedades respiratorias, este ya había pasado y correspondía a la influenza por el cambio de temporada entre verano e invierno, y que el cuadro de gastroenteritis se presenta “debido al mal manejo de los desechos y al uso de agua sin tratamiento”.

Lo que deja ver el documento es que el derecho a la atención y acceso a salud, para esta comunidad, ha sido negado por las Instituciones territoriales, pues desde el día 15 de marzo el promotor de salud de la comunidad presentó peticiones requiriendo urgente atención para los Emberás de Peñas Blancas, asentados en la comunidad de Teresita, sin que se hubiera atendido oportunamente esta solicitud con la que habrían podido, al menos intentar, salvar las vidas de los dos bebés de tres y cuatro meses de edad y la mujer de 61 años que murieron en fechas posteriores a la alerta: 29 de marzo y 4 de abril. 

Otra preocupación en este caso se desprende de las mismas autoridades del municipio. El secretario de salud, José Reyes Pérez, advirtió, en rueda de prensa, sobre las deficiencias del sistema de salud, sostuvo que el municipio solo cuenta con seis pruebas de Covid19 para comprobar casos clínicos y pidió la ayuda del gobierno nacional para tener kits de pruebas para el coronavirus ya que Riosucio es un municipio fronterizo y de gran extensión territorial.

Al mismo tiempo el Alcalde de esta municipalidad chocoana, Conrad Valoyes, hizo señalamientos a la comunidad indígena al decir que le preocupa que en Panamá, ya se han presentado casos de Covid19 entre la comunidad indígena y “que un indígena de estos se nos contagie nos preocupa más porque nosotros como administración municipal de Riosucio no contamos con un hospital en condiciones dignas, no tenemos un área de UCI donde podamos atender bien un caso que se nos presente de Covid19 aquí en municipio de Riosucio.”  

El informe de la comisión médica que visitó a los Emberás habla del diagnóstico que se hizo de esta comunidad pero no habla de las medidas de seguimiento a esta situación ni la atención que se le dará en términos de servicios de salud, ayuda alimentaria y agua potable, necesidades básicas de esta comunidad de alrededor de 300 personas con 97 enfermos donde ya han muerto tres personas.

Recordamos que el Pueblo Indígena Emberá Dobida es un pueblo en riesgo de exterminio físico y cultural a causa del conflicto armado interno, como lo reconoció la Corte Constitucional en el Auto 004 de 2009, situación que no ha parado su emergencia humanitaria y en el Chocó donde la guerra y el despojo se han encargado de desplazarlos de su territorio y confinarlos en otro por casi un año y medio, donde, pese a órdenes expresas de la Corte Constitucional, el Estado no ha llegado a esta comunidad para brindarles seguridad en su territorio ni a darles la atención prioritaria en salud, educación ni agua potable a la que tienen derecho.